31/03/2010

Alcalde Zalaquett y Obispo Chomalí­ llaman a la sociedad chilena a «reconstruir el alma de Chile» luego del terremoto


A dí­as de la celebración de Semana Santa, el Alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, y el Obispo Auxiliar de Santiago, monseñor Fernando Chomalí­, dieron a conocer hoy la primera evaluación de los daños que sufrieron las iglesias de la zona centro de la Región Metropolitana, como una forma de graficar el deterioro que presenta la infraestructura de los recintos religiosos, escena que se repite en todo el paí­s.

El Alcalde explicó que -de acuerdo a los informes elaborados por los equipos técnicos de la Dirección de Obras Municipales y del Arzobispado de Santiago- de un total de 56 recintos entre iglesias, parroquias y capillas en la comuna, un 40% presentan daños graves tales como profundas grietas en muros, arcos o cúpulas, vaciamiento de paños de muros y cielos, debilitamiento importante o caí­da de elementos como torres de campanario, cortes en pilares y desprendimiento de elementos decorativos de tamaño considerable de los frontis que afectan edificaciones aledañas, entre otros problemas.

El edil informó también que un 30% de las edificaciones eclesiásticas en la comuna tienen daños moderados pero de consideración en techumbres, cortes en pilares y estructuras en general.

«Según la revisión que hemos hecho en conjunto con el Arzobispado, hasta ahora prácticamente todas las iglesias de la comuna se encuentra con algún daño desde leve a grave, quedando un 70% inhabilitadas total o parcialmente por seguridad de los fieles que asisten a ellas. Este deterioro requiere de una inversión preliminar para su reparación de más de 32 mil millones de pesos, monto que debiera ser asumido a través de un fondo especial para la reconstrucción del patrimonio espiritual de la comuna y del paí­s, donde es necesario el apoyo de la sociedad, los privados y del Gobierno», afirmó el Alcalde Zalaquett.

«La Iglesia Católica forma parte de la sociedad chilena por lo tanto reconstruir los templos dañados es dar una potente señal del valor que se le reconoce en el tejido social. El aporte de la Iglesia como promotora de los valores más fundamentales que le dan sustancia a nuestra patria es fundamental y hemos de salir en ayuda de ella. Tanto creyentes como no creyentes ven en la Iglesia Católica un lugar de paz, de fraternidad y de comunión y de salvaguarda de los derechos fundamentales del ser humano», afirmó monseñor Fernando Chomalí­.

Además, se estima que cerca de 130 mil católicos de la comuna de Santiago se ven afectados por la imposibilidad de asistir a sus cultos y actividades religiosas como misas, bautizos, matrimonios, confirmaciones, etcétera, en estos recintos. Para las autoridades, este hecho significa también una carencia espiritual que debe recuperarse lo antes posible para ayudar también a levantar el ánimo de las personas, ya que estos lugares se convierten en espacios de refugio espiritual para muchas de las familias afectadas por el terremoto.


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