Municipio preparará una ordenanza que incentive el uso de bolsas biodegradables mientras el Ministerio prepara legislación en la materia y certificaciones técnicas.
La Alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá y el Ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, acordaron realizar un trabajo conjunto con el fin de restringir el uso de bolsas plásticas no biodegradable en el comercio. La idea es avanzar en diversas líneas que permitan avanzar en un uso más racional de esos elementos.
“En el Municipio de Santiago estamos evaluando las alternativas para el cumplimiento de la decisión de los vecinos expresada en la Consulta Ciudadana de octubre pasado, donde el 87% de los 55 mil participantes en el proceso decidieron que se trabaje en una ordenanza que vaya acotando la entrega de bolsas no biodegradables”, aseguró la edil.
Esta reunión buscó aunar criterios de colaboración luego de que la Contraloría General de la República dictaminara en noviembre pasado que ese tipo de normativa local, que ya había sido aprobada en Punta Arenas, Puerto natales y otras comunas, debe quedar invalida porque en Chile no existen parámetros que establezcan qué es una bolsa plástica no biodegradable, ni tampoco base legal en la materia.
Por esta razón, el Ministro Badanier explicó que “vamos a impulsar una norma técnica que permita certificar las bolsas y nos permita saber cuáles son biodegradables, cuáles no y cuáles cumplen determinado estándar. Por otra parte, vamos a hacer una indicación en el proyecto de la Senadora Goic que actualmente se encuentra en el parlamento, debido a que el proyecto regula el uso de bolsas plásticas en las regiones XI y XII. Consideramos que esa norma debería ser de carácter nacional y para eso ingresaremos la indicación que apunte en esa dirección”.
Por último, la alcaldesa Tohá aseguró que con el fin de cumplir el mandato de la ciudadanía expresada en el proceso participativo desarrollado entre el 11 y el 19 de octubre pasado y en ella se consultaron seis preguntas entre la que se incluyeron consultas sobre formas de sancionar a los vehículos mal estacionados, el cambio del nombre del Cerro Santa Lucía, el retiro de residuos domiciliarios, la instalación de contenedores para la basura en las calles y el cambio de horario de botillerías. “La ordenanza que haremos desde aquí hasta que se haga una norma legal, va a estimular los incentivos y la educación y no contendrá las prohibiciones que la Contraloría ya ha dicho que no se pueden ocupar”.
Para esto, el municipio ya inició las conversaciones con el comercio con el fin de abordar la menor manera de llevar a cabo la medida.