La actividad busca comenzar a articular al movimiento de mujeres y feministas para levantar una agenda común, así como promover un mecanismo vinculante, transparente, paritario y participativo que asegure la inclusión en la nueva carta de navegación al 50% de la población.
Un intenso debate se dio en el Primer Cabildo de Mujeres y Nueva Constitución que la Corporación Humanas desarrolló en el Salón de Honor del edificio municipal y que contó, entre otros, con la presencia de la Alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá; la Subsecretaria del Sernam, Gloria Maira; la Presidenta de la Corporación Humanas, Carolina Carrera, representantes de ONU Mujeres y la Unión Europea.
En la actividad participaron mujeres indígenas, estudiantes, dirigentes sociales, escolares, sindicalistas, de juntas de vecinos y lesbianas, que integran organizaciones comunitarias, quienes dialogaron sobre lo que esperan las mujeres de una nueva Constitución y qué imagen o representación de la mujer se necesita en ella.
En la ocasión, la Alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, indicó que “necesitamos una Nueva Constitución. La demanda ciudadana es clara y cada día se hace más elocuente. Esta es nuestra oportunidad y nuestra obligación histórica, y nadie debe sustraerse de esta tarea que significa asumir responsabilidades ciudadanas, con generosidad y pensando en las generaciones futuras. Una Constitución para todos y todas, y por eso todos y todas debemos participar en su diseño y aprobación de tal forma que se garantice una participación ciudadana realmente efectiva”.
“En este contexto, surge la necesidad de reconocer y relevar algunos de los desafíos específicos que implica la inclusión de las mujeres como ciudadanas y como actoras sociales relevantes dentro de los procesos de reformas estructurales al sistema democrático, reconociendo los menoscabos que afrontan las mujeres a diario en la práctica y en la legislación. Es necesario superar estas desventajas, y para ello resulta fundamental el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos, la autonomía y capacidad de decidir sobre el propio cuerpo, la participación política, el derecho a vivir una vida libre de violencia, la redistribución de las labores de cuidado y el acceso igualitario al trabajo remunerado, entre otras”, puntualizó.