El Presidente de la República, Gabriel Boric, la expresidenta Michelle Bachelet, y la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, entre otras autoridades de Gobierno, parlamentarias y parlamentarios y autoridades municipales fueron parte del acto “Mejores pensiones para las mujeres de Chile”, desarrollado en el Centro Cultural Chimkowe, en la comuna de Peñalolén, al que asistieron más de 3.000 personas de todo el país, principalmente mujeres, que son uno de los focos prioritarios de la reforma previsional propuesta al Congreso.
En la actividad, el Mandatario destacó la tramitación legislativa del proyecto en la Cámara de Diputados, enfatizando que “nuestro compromiso con mejorar las pensiones está más firme que nunca. Hemos puesto urgencia al proyecto y lo empezamos a votar en la Comisión de Trabajo la semana pasada, porque ya llevamos demasiado tiempo esperando. Acá nadie puede decir que no se han escuchado las visiones de quienes legítimamente pensamos distinto”, dijo.
El Presidente agregó: “estimadas y estimados, en particular al Congreso de la República, humildemente les decimos, junto a los chilenos y chilenas, que es momento de llegar a acuerdos, que salgamos a conversar con nuestros vecinos, con nuestros colegas de trabajo, con nuestros familiares, que les contemos que existe la oportunidad de mejorarle la vida a tantas mujeres que han trabajado toda su vida y que merecen un mejor pasar”.
Por su parte, La ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, señaló que: “Lo primero que hace es mejorar las pensiones de los que hoy día están jubilados y de los que mañana se van a jubilar. Lo segundo que hace es que disminuye, atenúa la discriminación hacia las mujeres porque, entre otras cosas que hacen que tengamos pensiones más bajas, está que nosotras vivimos más. Eso, que es una buena noticia, termina siendo una noticia que nos perjudica las pensiones. La reforma se hace cargo de esto”, dijo.
Reforma con foco en las mujeres
El proyecto considera un 6% de cotización adicional por parte del empleador, cuya distribución será en razón de 3% a la creación de un Seguro Social, que entregará una garantía de pensión de 0,1 UF por año cotizado y un complemento por labores de cuidados, que irá en directo beneficio de las mujeres; 2% a capitalización individual, fortaleciéndola desde el actual 10%; y 1% que se destinará a apoyar la empleabilidad de las mujeres y a compensación por las mayores expectativas de las mujeres.
Ese 1% de la cotización adicional financiará el derecho a Sala Cuna Universal para madres y padres trabajadores en igualdad de condiciones, de modo que no suponga un castigo salarial a las mujeres o un desincentivo a su contratación y que ninguna mujer se enfrente a la decisión de cuidar o trabajar. Y, por otro lado, también costeará una compensación por expectativas de vida, con el objetivo de no castigar lo que es una buena noticia, que es que las mujeres viven más años.
Por otra parte, la reforma plantea aumentar la cobertura de la Pensión Garantizada Universal y también su monto, a $ 250.000.
Además, mantiene la separación de funciones de la industria previsional. Las AFP dejarán de existir. Habrán, en cambio, Inversores Privados de Pensiones (IPP), los que ya no tendrán a su cargo las tareas de soporte y sólo invertirán los ahorros de los trabajadores. Esto permitirá la entrada de nuevos competidores privados, incluyendo a las cooperativas, aumentando la posibilidad de elección de las personas y reduciendo los costos para los usuarios por la mayor competencia.
Igualmente, contempla la creación del Inversor Público de Pensiones (IPE), que tomará la forma de una sociedad anónima y que competirá en igualdad de condiciones con los privados (IPP) por la administración de fondos.