Entre los principales hallazgos entre los resultados destacan la estabilidad de los resultados, nuevos desafíos para seguir avanzando y la relevancia que tienen la convivencia escolar, las prácticas de retroalimentación pedagógicas, el liderazgo directivo y el involucramiento de los padres en el proceso de enseñanza.
Esta mañana, en la Escuela República de Panamá se entregaron los resultados de las pruebas de aprendizaje Simce 2014 y de los indicadores de desarrollo personal y social de los estudiantes de 2do, 4to y 6to básico. En la oportunidad, el Secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Carlos Henríquez, destacó la importancia de estos resultados ya que entregan información acerca de cuánto están aprendiendo los alumnos en las asignaturas que se evalúan, pero que “estos resultados no son suficientes para dar cuenta de la calidad de la educación que están recibiendo nuestros niños y niñas”.
“Las evaluaciones son un medio y no un fin en sí mismo, ya que mejorar la calidad depende de lo que ocurre en las escuelas y, específicamente, del trabajo y la relación que establece el profesor con los estudiantes. En este sentido, la evaluación es una herramienta que busca movilizar acciones de mejora en las escuelas, con sentido y foco en lo pedagógico”, explicó Henríquez. Entre los principales hallazgos asociados a los resultados, Henríquez resaltó que el clima de convivencia escolar es el factor escolar que tiene mayor influencia en los resultados de aprendizaje de Lectura y Matemática. De hecho, en igualdad de condiciones socioeconómicas la diferencia de puntajes en estas áreas en 4to y 6to básico entre establecimientos con un alto clima escolar y establecimiento con uno bajo, es de hasta 42 puntos.
En la oportunidad, la alcaldesa Carolina Tohá reflexionó: “la calidad de la educación se entiende porque parte de que a los niños los eduquemos como personas completas, con autoestima, con respeto de unos con otros, que sepan que hay un valor en cada uno de ellos y ellas y eso es posible gracias, como en esta Escuela, a un grupo de docentes y de asistentes de la educación que cree en sus niños y ve en ellos los talentos diversos que hay. Este ejemplo es muy elocuente y esperanzador, y eso es lo que queremos de la educación para Chile: que le dé calidad a todos, que se reconozca en cada uno de ellos la capacidad de aportar a la sociedad y de ser felices”.