14/08/2014

Alcaldesa Tohá y arquitecto Alejandro Aravena dan conferencia sobre polí­tica y ciudad en la PUC


La ciudad como un espacio democrático e igualitario fue el foco de las exposiciones que la primera autoridad de Santiago junto al célebre arquitecto de la agencia Elemental dieron la tarde del miércoles en la inauguración del segundo semestre en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica.


La importancia de la ciudad como fenómeno de identidad y de igualdad social, donde el espacio público dialogue y sea tomado por los ciudadanos, además de cómo hacer sustentable el crecimiento demográfico evitando la congestión y la contaminación dentro de la gran urbe en la que se ha convertido Santiago, fueron los ejes en los que se movieron ambos expositores en la conferencia: “Proyecto político – Arquitectura de la ciudad”, que tenía por objetivo plantear los vínculos existentes entre el proyecto de arquitectura y la construcción de un entorno urbano.

El arquitecto Alejandro Aravena lo explicó muy fácil: “Socialmente se piensa al político como una persona que habla mucho y al arquitecto como el que ‘hace monos’. Cuando esas dos acciones se ponen sobre la mesa, como causa y efecto, se pueden lograr los cambios y las buenas políticas públicas en pos de una mejor calidad de vida para todos en una ciudad. El político discute y expone problemáticas y el arquitecto imagina y muestra propuestas de solución”.

En tanto, la alcaldesa Tohá dividió su exposición en tres ejes citando siempre el caso de Santiago –Equidad, Democracia, Cohesión social- con las políticas llevadas a cabo durante la presente administración, en el estado en el que se encontraban las cosas, en las limitaciones legales que tiene un municipio para llevar a cabo ciertos cambios y en el diálogo y la participación constante y real con los habitantes del espacio público, por ejemplo, en el trabajo con los barrios y con las realidades particulares que les aquejan. Entre algunas de las ideas que expuso se centró en “la condición es que dejemos de ver el desarrollo urbano como puro desarrollo inmobiliario y tengamos una política más integral para transformar la ciudad en un instrumento activo a favor de una sociedad más cohesionada, donde la calidad de vida no dependa de la cuna ni del bolsillo sino de bienes públicos garantizados para todos los ciudadanos”.


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