15/12/2014

Asociación de funcionarios y profesionales rinde homenaje a Lincoyan Berrios


Un emocionante y sentido homenaje realizó la Asociación de Funcionarios y la Asociación de profesionales y técnicos de la Municipalidad de Santiago a quien fuera Presidente Nacional de los empleados municipales de Chile,  Lincoyan Berríos, cuando se cumplen 38 años de su detención y desaparición a manos de agentes de la DINA. 


En el homenaje estuvo presente la familia de Lincoyan Berrios, la Seremi Metropolitana del Trabajo, los concejales Vicencio y Morgado,  los presidentes y dirigentes de ambas asociaciones, directores municipales, la administradora municipal y la alcaldesa Carolina Tohá, además de funcionarios y transeúntes quienes se detuvieron a escuchar los diversos discursos y las canciones interpretadas por el ex miembro de Inti Illimani Max Berrú y su grupo “los insobornables”.

La ceremonia se desarrolló en la Plazuela Santo Domingo, a pasos de la Iglesia del mismo nombre, en el que un monolito recuerda a este destacado dirigente sindical.  Allí su hija Marisol recordó a su padre y el rol que jugó a lo largo de su vida en la defensa de los trabajadores, también llamó a no olvidar y a seguir trabajando incansablemente por la defensa de los DD.HH., además hicieron uso de la palabra los presidentes de la asociación de funcionarios municipales de Santiago, Claudio Salvatierra y de la asociación de funcionarios profesionales y técnicos Pedro de Valdivia, Rubén Bahamondes, junto a ellos también se dirigió a los presentes la secretaria regional ministerial del trabajo y previsión social de la  RM y ex presidenta de la asociación de funcionarios municipales de Santiago, Maria Eugenia Puelma.

Al terminar la ceremonia la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, recordó emocionada a Lincoyán Berrios y destacó su trayectoria, su compromiso y sobre todo su ejemplo. La alcaldesa señaló “que esta ceremonia es importante por la memoria, pero también por el presente y muy relevante por el futuro, lo que representa Lincoyan Berrios en Santiago, tiene muchas aristas, él fue un dirigente sindical municipal que entendió y vivió su rol como parte de un compromiso con el país, que entendió que desde el mundo sindical se podía forjar una nación distinta, que entendió que los derechos de los trabajadores marcan no sólo a ellos, si no que condiciona como se desarrolla una nación y cuando esa nación no tiene esos derechos, se desarrolla de manera injusta o no se desarrolla”.

La edil precisó además que su ejemplo es un modelo para las nuevas generaciones “Lincoyan es un recuerdo pero también un mandato, un mandato para hoy y una esperanza para mañana, él fue militante de un partido como una forma de ser parte de la construcción de un proyecto de país, y eso es importante hoy, porque el compromiso político, es una manera de ser ciudadano, donde uno se lava las manos con lo que le pasa a los demás, se interesa, se compromete, tiene opinión, esa es la ciudadanía política, no es el voto, no es la militancia, es el compromiso, es la conciencia.”

“Lincoyan también  es una víctima de la dictadura que pudo recién tener un funeral, varias décadas después de desaparecer y hoy lo recordamos también porque detrás de su memoria hay personas que lucharon años y años contra viento y marea para encontrarlo, pero aún tenemos una deuda con tantas víctimas de detenidos desaparecidos que no han sido encontrados, con la justicia que en muchos casos aún no ha llegado,  pero la verdad es que nuestra deuda no se termina con la justicia por los casos de la dictadura, nuestro principal desafío con los DD.HH. no es solo cerrar esas heridas de hace décadas, es ser una sociedad comprometida con los derechos humanos, es ser una sociedad hoy sensible a los lugares donde estos se violan, este homenaje es memoria, pero también es un llamado al futuro para llevar el mensaje de compromiso de Lincoyan a temas como respeto a los derechos laborales, a hacer ciudadanía política a cultivar una cultura de los DD.HH.” concluyó la alcaldesa.

¿Quién fue Lincoyan Berrios?

Lincoyán, fue detenido el 15 de diciembre de 1976, junto a varios dirigentes del Partido Comunista, tales como Horacio Cepeda M., y Fernando Ortíz L., cuyos restos también fueron identificados por el Servicio Médico Legal, y otros diez militantes de este Partido, que pasaron a Constituir el Grupo de los Trece.

Permaneció como desaparecido hasta el año 2000, cuando a través de antecedentes entregados en el marco de la Mesa de Diálogo, permitieron encontrar osamentas en el fondo de la Mina Los Bronces de la Cuesta Barriga.

En el 2007, la causa es asumida por el Ministro Victor Montigllio, quién logro determinar el paso de Lincoyany varios otros detenidos en diciembre de 1976 por el cuartel Simón Bolivar, lugar en el que de acuerdo a las investigaciones efectuadas fue asesinado. En la actualidad la causa permanece abierta, en estado de sumario, y ahora, luego del reconocimiento y posterior sepultación de sus restos mortales, sus familiares esperan que el Ministro Miguel Vásquez, a cargo ahora de la causa, haga justicia.

Su vida

Nació en plena pampa salitrera el 7 de diciembre de 1928, y luego de la crisis del año 30, emigró con su familia a la ciudad de Ovalle, Región de Coquimbo. Desde temprana edad manifestó sus inquietudes sociales, y es así como siendo muy joven, entra a militar en las Juventudes Comunistas. Viaja a Santiago para estudiar en la Escuela Normal José Abelardo Núñez, donde desempeña diversos cargos en la dirigencia estudiantil, y se incorpora plenamente al Partido Comunista. Durante el gobierno de Gabriel González Videla le corresponde desempeñar un importante rol como militante, lo que le impidió poder ejercer su profesión de profesor primario. Ingresa a trabajar a la Caja de Empleados Particulares, y de inmediato es destacado como dirigente sindical, ocupando cargos tales como Presidente del Sindicato de EE. De la Caja de EE.PP., Secretario General de la Agrupación de Empleados Semifiscales, e internacionalmente, es elegido Secretario General de la Clate. En 1960, en el gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez, es exonerado, y es acogido como funcionario de su Partido, siendo secretario de don Américo Zorrilla, y luego secretario del Diputado Volodia Teiteilboim. En 1962 ingresa a la Municipalidad de Santiago, donde nuevamente comienza su carrera sindical, llegando a ser el Presidente Nacional de los Empleados Municipales de Chile, por dos períodos consecutivos, cargo en el que lo sorprendió el Golpe de Estado en 1973.

Luego del Golpe, en 1976 se integra a la lucha clandestina, y es así como es detenido el 15 de diciembre de 1976, conjuntamente con otros 12 dirigentes, en lo que pasó a denominarse el Grupo de los Trece.

 

 


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