La Municipalidad de Santiago intensifica su campaña «¡Juega limpio con Santiago! Buenos hábitos, mejores barrios», una iniciativa que busca mejorar la limpieza y fomentar la corresponsabilidad ciudadana a través de diversas medidas operativas. Entre las acciones recientes, destaca un plan de barrido nocturno en el sector de Meiggs y un aumento en las fiscalizaciones y el control sobre la recolección de residuos. Además, se han firmado nuevos contratos de limpieza, como el del barrio Franklin, y el municipio está trabajando de cerca con las juntas de vecinos para la eliminación de basurales.
La campaña, lanzada el 28 de mayo, busca un cambio cultural en Santiago promoviendo la limpieza, el reciclaje y el uso responsable del espacio público. Para ello, se brinda información sobre servicios de aseo, se fomentan hábitos como el uso correcto de contenedores y el respeto de horarios de recolección, se incentiva la fiscalización ciudadana, y se difunde la ordenanza municipal N°77 que exige a propietarios mantener limpios los frontis de sus propiedades.
En ese sentido, desde la Dirección de Operaciones, se ha logrado duplicar la capacidad de limpieza intensiva con la incorporación de cuatro nuevas hidrolavadoras para el lavado de calles y mobiliario urbano, especialmente en zonas de alta afluencia peatonal. La flota de camiones recolectores también se ha reforzado y ahora opera con 50 vehículos distribuidos en turnos diarios para optimizar la recolección de residuos en toda la comuna.
Contrario a la creencia popular, en Santiago no existen microbasurales crónicos, sino puntos donde se depositan residuos fuera de horario, lo que provoca acumulaciones temporales en la vía pública. En ocasiones, estos desechos incluyen escombros o muebles que requieren maquinaria especial para su retiro. Frente a esta realidad, la campaña insiste en el mensaje “No apropiarse del contenedor”, debido al robo y mal uso que dificultan la eficiencia del sistema domiciliario de recolección.
Adicionalmente, se ha fortalecido la coordinación con el sistema de gestión RESIMPLE, que permite la recolección diferenciada de reciclables en zonas residenciales y comerciales, impulsando un avance hacia una comuna más sostenible.
Durante el lanzamiento en el barrio San Vicente, el alcalde Mario Desbordes destacó la envergadura del desafío: “La comuna genera el equivalente a dos cerros Santa Lucía de basura. Esta realidad la cambiamos entre todas y todos”. También señaló que “la seguridad no existe sin un entorno limpio e iluminado. El lugar más limpio no es el que más se barre, sino el que menos se ensucia”. Finalmente, subrayó que “esta campaña no busca solo sancionar, sino educar y movilizar a la comunidad”.
Con el retorno del león municipal como símbolo de la campaña —ahora acompañado por un ratón que representa la suciedad y la falta de conciencia—, la iniciativa continuará su despliegue en todos los barrios de Santiago, reafirmando que la limpieza es una responsabilidad compartida y esencial para mejorar la calidad de vida urbana.