Más de 400 personas coparon la Sala Arrau del Teatro Municipal que se rindió ante la crónica furiosa del talentoso escritor nacional.
Pedro Lemebel cruza la Sala Arrau a medio llenar y espontáneamente el público se pone de pie, lo aplaude, más de alguno grita una consigna, él lo aprueba con una sonrisa, la mano alzada saludando a todos y de paso tira un par de besos al aire. Este sería un concierto ciudadano y gratuito. La municipalidad y Lemebel así lo quisieron. Lemebel supera lo que podríamos pensar de la conducta de un escritor. Artista y performance, Lemebel es hoy todo un rock star. Todo el público que esperó por horas fuera del Municipal pudo disfrutar de un espectáculo que superó la hora y media de duración, que repletó la Sala Arrau del principal teatro de las artes escénicas del país con más de 400 admiradores de las crónicas del autor de “De perlas y cicatrices”, “Tengo miedo torero” y “Adiós mariquita linda”, entre tantos otros.
Antes de comenzar, Morgana Rodríguez, Directora de Cultura de la Municipalidad de Santiago, dio la bienvenida y las instrucciones para dejarse llevar por el universo lemebeliano que estaba por darse inicio. Todo empezó con la lectura de ”Joselito”, una crónica sobre el mítico cantante y actor español de comienzos de los sesenta. Siguieron relatos como la noche en la ópera con la ex líder del Partido Comunista, Gladys Marín, una crónica dedicada a su madre y sus visitas al Cementerio Metropolitano donde descansan sus restos, otra sobre el tango y que fue dedicada al jurado del Premio Nacional de Literatura que no logró conseguir, pese al apoyo ciudadano que concitó y que aprovechó de agradecer públicamente, así como a sus seguidores en las redes sociales y a sus lectores de siempre, mientras se intercalaban las performances de una violinista y de Dajmé, cantante y colaborador frecuente del escritor en sus presentaciones.
El público no se movió hasta el final, la ovación al término fue mayor y él, de estricto negro, tacos y cubierta su cabeza y su cuello de un pañuelo rojo furioso, se despidió feliz de su público luego de haberles regalado su cancionero corazón.