Una masiva concurrencia de cuasimodistas a caballo, carretones de distintas agrupaciones de Cuasimodo del sector norte de Santiago, como Conchalí, Huechuraba y Lo Barnechea, se congregaron la mañana de este domingo 4 de mayo en el centro de Santiago.
El Cuasimodo en Chile es una celebración religiosa católica que se lleva a cabo el domingo siguiente a la Pascua de Resurrección. Consiste en una procesión a caballo, donde un sacerdote es acompañado por la comunidad para llevar la Sagrada Comunión a enfermos y ancianos que no pudieron comulgar durante Semana Santa. La fiesta es una expresión de fe y devoción popular, con raíces en la zona rural del Chile Central.
Para el alcalde de Santiago, Mario Desbordes Jiménez, “esta manifestación cultural chilena es única en el mundo, y por eso quiero que podamos volver a rescatar este tipo de tradiciones tan bonitas, que estuvieron ausentes durante los últimos 25 años o más, llevándole la comunión a quienes no pueden acceder a ella por motivos de salud u algún otro tipo de impedimento, que se reúna la familia cuasimodista en torno a esto, y por eso creo que es muy bonito que la podamos retomar, porque es algo tan nuestro, tan de nuestra tierra”, señaló la autoridad comunal.
La primera etapa del recorrido reunió a los asistentes en la Parroquia Santa Ana, donde se ofició una Misa presidida por Monseñor Álvaro Chordi Miranda. Más tarde, en plena calle Catedral, se llevó a cabo un esquinazo, para luego iniciar el recorrido por la ciudad, hasta llegar a la Parroquia Santa Sofía, en calle Pedro Lagos, donde fieles recibieron la comunión de manos de sacerdotes, ministros de la Comunión, acompañados de agentes pastorales de las distintas parroquias. El Cuasimodo concluyó en la Parroquia San Rafael, de Av. Matta, con un compartir comunitario.
Agradecido por la organización y el apoyo brindado por la Municipalidad de Santiago y el alcalde Mario Desbordes se mostró el sacerdote P. Ignacio Gramsch Labra, párroco de Santa Ana, señalando que “estamos muy contentos, porque esta es una tradición de nuestro Chile, sólo de Chile, se nos pide siempre que nuestros enfermos postrados puedan comulgar al menos una vez al año, que el sacerdote o diácono les pueda llevar la comunión a sus casas, a sus camas donde están enfermos, y eso es lo que hemos vuelto a hacer en el centro de Santiago”.
Por su parte, César Abarca Salazar, dirigente nacional y presidente de la Agrupación de Cuasimodistas de Conchalí, quien lleva más de 60 años corriendo a caballo, destacó la importancia que tiene para él la institución de la familia dentro del Cuasimodo. “En Conchalí hemos llegado a correr cuatro generaciones a la vez. Mi deseo es que esta tradición no se termine nunca, y lo lindo es que cada día nosotros nos estamos dando cuenta que hay más juventud que quiere participar”.
Cabe señalar que el último año que se desarrolló la fiesta religiosa del Cuasimodo por el Centro de Santiago, fue en el año 2000, partiendo desde la Catedral Metropolitana hasta la Iglesia San Francisco.