Son los rasgos físicos de cada persona en relación con su sexo, incluyendo sus órganos genitales y otros componentes de su anatomía sexual y reproductiva, los cromosomas, las hormonas, y los rasgos físicos secundarios que se manifiestan en la pubertad.
La identidad de género, es la profunda y sentida experiencia interna e individual del género como cada persona la siente, que podría corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento.
En tanto, la expresión de género se relaciona con la forma en que una persona puede o no manifestar su género a través de su vestimenta y sus gestos principalmente. Las personas que no pueden expresar su género, presentan un profundo dolor, que incluso puedes hacerles pensar en el suicidio.
Es la capacidad de cada persona de sentir una profunda atracción emocional, afectiva y sexual hacia personas de un sexo/género diferente o de un mismo sexo/género o de más de un sexo/género, así como la capacidad de tener relaciones íntimas y sexuales con estas personas.
La violencia hacia personas de las diversidad sexuales y de género, tiene su origen en una dimensión cultural, que mandata a que las personas deban relacionarse en torno a un sistema hetero y cisnormativo binario que solo reconoce a hombres y mujeres.
Llamar a alguien por un pronombre que asume su identidad de género (como él o ella).
Preguntar cordial y respetuosamente a la persona con qué pronombre se identifica y cómo le gustaría ser llamada.
En este sentido, los pronombres serán masculinos él, los, al, suyo; femeninos ella, las, a, suya; no binaries elle, les, a, suyes.
Preguntarle a una persona por su “esposo”, “esposa”, “mujer”, “hombre”, asumiendo una relación heterosexual.
Preguntarle por su “pareja”.
Hacer referencia a actividades que se consideran propias de “hombres” o de “mujeres” (pensando, por ejemplo, en que hombres tienen conocimientos técnicos y racionales más avanzado, versus mujeres que tienen conocimientos sobre actividades domésticas y afectivas).
Preguntar, evitando caer en los estereotipos de género. Todas las personas pueden saber hacer de todo.
Hablar constantemente utilizando pronombres masculinos en conversaciones triviales de oficina.
Utilizar un lenguaje inclusivo y genérico para referirse a las personas. Por ejemplo, hablar de “las personas que trabajan en…” en vez de “los trabajadores”.
Opinar burlescamente sobre la apariencia o forma de vestir de una persona, aludiendo a su sexo biológico o asumir la identidad de género de una persona en base a su expresión de género o también, asumir la orientación sexual de una persona en base a su identidad de género.
No opinar. Respetar las expresiones e identidades en la forma de vestir.
Realizar burlas y bromas lesbo-homo-trans odiantes.
Revisar nuestras prácticas cotidianas con las burlas y bromas. Todes merecemos respeto.