La Administración de la comuna de Santiago presentó esta semana su propuesta de presupuesto para el 2016, marcado por la responsabilidad y la austeridad, al mismo tiempo que garantiza la prestación de servicio comunales.
El Municipio de Santiago ha formulado un presupuesto que se incrementa en un 3,38%; que está alineado con las proyecciones de crecimiento de la economía nacional del próximo año y con un aumento moderado de los ingresos propios.
Desde el inicio de la actual administración, se ha logrado un salto importante en la recaudación de ingresos, pero éstos se han resentido en los últimos meses por la desaceleración económica y el contexto nacional, razón por la cual su ritmo de crecimiento ha sido menor. El Municipio de Santiago es uno de los pocos que depende principalmente de la recaudación propia y no de transferencias, por lo que se ve golpeado con más fuerza con los vaivenes de la economía nacional e internacional.
Al mismo tiempo, los requerimientos de gasto son crecientes. En ello influye el aumento del costo de los servicios a la comunidad que se contratan externamente que se han encarecido en casi un 100%. A su vez, la reorganización y mejoras en el servicio de aseo de la comuna han requerido una duplicación de su presupuesto. Además, la Municipalidad ha implementado nuevos programas como, por ejemplo, los de Patrimonio y Migrantes. Por otra parte, el costo de la implementación de nuevas leyes que mejoran las condiciones laborales de los funcionarios municipales, como el Programa de Mejoramiento de la Gestión, han tenido un costo municipal superior a los 6.000 millones.
En virtud de lo anterior, se proyectó un presupuesto menos expansivo que los de años anteriores, que contempla nuevos proyectos para aumentar la recaudación, además de incluir el financiamiento de varias iniciativas de inversión a través del leaseback de la Torre Municipal ubicada en Santo Domingo. El objeto de esta iniciativa es financiar proyectos de inversión como el Centro Comunitario de Salud de calle Ñuble, los mejoramientos de cités, pavimentos, áreas verdes, alumbrado público y equipamiento comunitario, entre otros. Esa herramienta permite un financiamiento a bajo costo sin que se pierda la propiedad del inmueble, por lo tanto, es una iniciativa plenamente justificada a la hora de utilizarse para financiar inversión. Cabe señalar que administraciones pretéritas ya han recurrido al método de leaseback, fue utilizado en 1998 por el alcalde Jaime Ravinet quién realizó el mismo procedimiento con el edificio de Amunátegui y el edil Joaquín Lavín, quién lo realizó en 2001 y 2004 involucrando tanto la Torre de Santo Domingo como el edificio de Amunátegui.
Lamentablemente, también ha habido ocasiones en que se han utilizado sistemas de financiamiento muy poco recomendables del punto de vista de las finanzas públicas como la venta de los derechos de agua, la utilización del pago de los seguros tras el terremoto para cubrir gasto corriente o el traspaso de déficit municipal a la Corporación de Desarrollo de Santiago.
Este presupuesto 2016 de la Municipalidad de Santiago es moderado en su expansión y austero pero sin sacrificar los servicios importantes para las personas y asegurando que continúe su mejoramiento. Sin embargo, es importante insistir en que la Municipalidad de Santiago debe enfrentar un problema estructural de su presupuesto puesto que su carácter de comuna capital no es reconocido en los mecanismos que regulan el financiamiento de los municipios. Ello se ha estado manifestando permanentemente, bajo diversas administraciones, y es parte de la discusión que estamos impulsando dentro de la reforma del sistema nacional de finanzas municipales.