El hall central del municipio se transformó en un espacio de encuentro donde la Sociedad Bíblica Chilena expuso ediciones históricas y contemporáneas del texto sagrado. En la ocasión, la Municipalidad entregó a CIDEVI una Biblia en Braille, reafirmando su compromiso con la accesibilidad y la diversidad.
La Ilustre Municipalidad de Santiago, en conjunto con la Sociedad Bíblica Chilena, presentó una inédita exhibición que reunió diversas ediciones de la Biblia en el mundo, junto con formatos que destacan por su innovación y accesibilidad: digital, manuscrito, en lengua de señas, en microchip y en variados idiomas.
El alcalde de Santiago, Mario Desbordes, destacó el valor simbólico y cultural de la muestra, agradeciendo a la Sociedad Bíblica Chilena por su permanente trabajo de difusión: “Agradezco el enorme esfuerzo que realizan y hoy, desde este lugar, me he puesto a disposición para apoyar y difundir su labor. El Estado es laico, pero no anti religión, y para mí es un honor acoger esta presentación”. Asimismo, anunció que el municipio otorgará un lugar destacado para la Biblia entregada en la ceremonia, un ejemplar Reina Valera 1960.
La exhibición, instalada en el hall central del edificio consistorial y acompañada de una cantata y lectura pública en la Plaza de Armas, contó con visitas de colegios de distintas comunas y narró los hitos de la llegada de la Biblia a Chile hace más de 200 años. La encargada de Relaciones Públicas de la Sociedad Bíblica Chilena, Carol Espinaza, recordó la invitación de Bernardo O’Higgins al pastor Diego Thompson en 1821 para implementar un sistema educativo nacional, cuyo texto de enseñanza inicial fue la Biblia. “Queremos rescatar que este libro fue el primer texto escolar del país, y que además ha transmitido valores y principios que siguen vigentes”, subrayó.
Uno de los momentos significativos de la exposición fue la performance de Roberto José Martínez Herrera, integrante de la Sociedad Bíblica Chilena, quien se caracterizó como Casiodoro de Reina, traductor de la primera Biblia al castellano. Martínez recreó la historia de este humanista perseguido por la Inquisición, que logró publicar en 1569 la célebre “Biblia del Oso”, pieza clave en la transmisión de la fe y la cultura en el mundo hispanohablante. Su representación permitió a los asistentes revivir un episodio fundacional de la historia bíblica universal, conectando el pasado con la vigencia de la Palabra en la actualidad.
La muestra incluyó piezas únicas, como la réplica de la ya mencionada “Biblia del Oso” de 1569, traducciones en lenguas originarias como mapudungun y rapanui, versiones en manga japonés, interlineales del hebreo y del griego, además de una Biblia manuscrita elaborada en Chile por casi 400 personas y la Biblia microscópica enviada simbólicamente al espacio en la nave Apolo.
Francisco Viguera, director de la Sociedad Bíblica Chilena, recalcó el sentido de la exposición: “Este espacio se ha transformado en un lugar de encuentro con el libro de los libros, que trae cultura y fe. Queremos que la Biblia permanezca como un recordatorio de esperanza en medio del ajetreo diario”.
En paralelo, y como un gesto de inclusión, la Sociedad Bíblica Chilena, en coordinación con la Ilustra Municipalidad de Santiago, realizó la entrega de una Biblia en sistema Braille a la Escuela de Personas Ciegas de la corporación CIDEVI. Con ello, se busca garantizar el acceso a la lectura y al conocimiento a las personas con discapacidad visual, reafirmando el compromiso con la inclusión activa y el respeto de los derechos de todos sus vecinos y vecinas.