En un acto de conmemoración de su identidad histórica y un reconocimiento de la historia de la educación pública, el Liceo Bicentenario Teresa Prats recuperó el número 6 en su nombre, dejando atrás el numeral 7 que llevó desde 1978 hasta el día de hoy. De la actividad participó la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, autoridades educativas, la comunidad escolar, ex alumnas e incluso las bisnietas de Teresa Prats.
El acto es parte de la conmemoración de los 50 años de la dictadura cívico-militar y de los 122 años del liceo. El cambio de nombre fue solicitado por las propias alumnas y contó con la aprobación y participación de toda la comunidad educativa, el que fue autorizado por la Secretaría Ministerial de Educación en septiembre de este año.
“Este renombramiento del Liceo tiene un tremendo significado, porque es la propia comunidad la que ha discutido y decidido que quiere reapropiarse de su nombre histórico, un nombre que les fuera arrebatado en los momentos más duros de nuestra historia”, dijo Irací Hassler, alcaldesa de la Municipalidad de Santiago. “A 50 años del golpe de Estado tiene un especial simbolismo que el Liceo 6, Teresa Prats, pueda retomar su nombre y con ello retomar su ruta, su camino de educación pública, de educación de la diversidad, de educación para el fortalecimiento de todas las personas”.
Este histórico liceo de la comuna de Santiago fue creado en mayo de 1921 y su primera directora fue Lucila Godoy Alcayaga, más conocida como Gabriela Mistral. Desde un comienzo la insigne poetisa y maestra destacó como valores fundamentales la virtud, la inteligencia, la bondad. Su máxima siempre fue: “Todo para la escuela, muy poco para nosotras mismas”. Gabriela Mistral, solicitó que la institución educativa fuese denominada, Liceo N° 6 Teresa Prats, en honor a la distinguida educadora, nieta de don Andrés Bello y que sirvió en el Ministerio de Educación durante varios años.
Aunque Gabriela Mistral estuvo poco tiempo como directora, imprimió su sello pedagógico, orientando preferentemente el desarrollo de la cultura a través de conferencias, charlas y lectura. El establecimiento era visitado frecuentemente por artistas e intelectuales. De ahí en adelante el Liceo 6 conservó este legado en su proyecto educativo.