Un total de 790 locales comerciales fueron clausurados este lunes en un galpón ubicado en Barrio Franklin, en la comuna de Santiago. En un operativo impulsado por la Municipalidad de Santiago y en coordinación con la Delegación Presidencial, Carabineros y diversos servicios públicos, el recinto ubicado en la calle Placer se cerró temporalmente debido a graves infracciones a la normativa de urbanismo, construcción, seguridad y sanitaria.
El procedimiento se desarrolló en completa tranquilidad con la presencia de funcionarios municipales y efectivos de Carabineros. La administración del recinto y sus locatarios habían sido notificados con anticipación de esta medida por lo que estaban preparados para la clausura. Pese a que gran parte de los locatarios trabajan de forma legal, este lugar ha sido identificado como un foco reiterado de delitos, incluyendo receptación de especies robadas, tráfico de drogas, balaceras e incluso homicidios registrados en los últimos meses.
De acuerdo con el informe técnico de la Dirección de Obras Municipales, se constató que múltiples locales mantenían vitrinas, exhibidores y estructuras que obstruían las vías de evacuación, incumpliendo gravemente las normas de seguridad. Además, en alrededor del 25% de los locales se detectó la construcción de altillos utilizados como bodegas, sin contar con los permisos correspondientes.
A ello se suma que varios comercios operaban sin ningún tipo de autorización, así como modificaciones estructurales no regularizadas, conexiones eléctricas indebidas con inmuebles colindantes y una zona de estacionamiento que tampoco cuenta con permisos municipales.
“Estamos en el marco de un proceso de ordenamiento que llevamos adelante en toda la comuna. Acá la razón técnica es clara: hay una serie de irregularidades detectadas por la Dirección de Obras que deben ser solucionadas por la cooperativa propietaria del galpón”, señaló el alcalde de Santiago, Mario Desbordes.
En ese sentido, el jefe comunal detalló que el recinto pasó de 700 a 790 locales tras un catastro actualizado, y subrayó el vínculo del lugar con delitos de alta connotación. “Si uno revisa los operativos de incautación de teléfonos robados en la Región Metropolitana, una parte importante se concentraba en este sector. Con este periodo de clausura, confiamos en que la administración podrá ordenar el recinto, regularizar su infraestructura y dejar fuera a quienes se habían apropiado o subarrendado locales de manera irregular”, afirmó Desbordes.
Asimismo, recalcó que cualquier reparación deberá realizarse bajo supervisión municipal: “Se han hecho modificaciones que afectan salidas de emergencia, la estructura del galpón y conexiones no autorizadas. Todo arreglo debe ser coordinado, autorizado y fiscalizado por la Dirección de Obras Municipales”.
Por su parte, el Delegado Presidencial Metropolitano, Gonzalo Durán, destacó el carácter interinstitucional del operativo y el impacto en materia de seguridad pública. “Este lugar se transformó en un foco de incivilidades y delitos graves, como la receptación de celulares robados, tráfico de drogas y uso de armas de fuego. Hoy, en el marco de una atribución municipal, se ha determinado su clausura, acompañada de un amplio operativo de seguridad y fiscalización”, indicó.
Durán añadió que incluso se constató la destrucción sistemática de cámaras de televigilancia por parte de bandas criminales, y aseguró que el trabajo continuará para evitar el desplazamiento de estos grupos a otros sectores. “Vamos a hacer seguimiento junto a las policías y el Ministerio Público para impedir que estas bandas se reubiquen en otros barrios. La recuperación del espacio físico es clave para cortar estas dinámicas delictuales”, enfatizó.
En tanto, la Seremi de Salud Metropolitana informó que al interior del recinto funcionaban cocinerías y expendios de alimentos sin autorización sanitaria, lo que representaba un riesgo para la salud de la población.
Desde la autoridad se informó que, una vez subsanadas todas las observaciones técnicas, sanitarias y de seguridad, el recinto podrá reabrir solo bajo condiciones completamente regularizadas, con el objetivo de recuperar el barrio Franklin como un espacio de comercio formal, seguro y libre de delitos.
