06/05/2015

Municipalidad de Santiago presenta precisiones y cuestiona índice de Calidad Vida Urbana ICVU 2015


Pocas y discutibles variables en relación a las categorías que representan como Movilidad y Conectividad, Salud y Medioambiente, Condición Laboral, entre otros, además del uso de instrumentos no representativas a nivel comunal como la encuesta Casen 2013 y otras extemporáneas como el Pre-censo 2011, son parte de las críticas.

La alcaldesa Carolina Tohá presentó una serie de objeciones a la medición en abril del 2014 en un seminario organizado por la Cámara Chilena de la Construcción y la Universidad Católica, los encargados de la iniciativa.


El municipio de Santiago realizó una serie de precisiones con respecto al Indicador de Calidad de Vida Urbana (ICVU) 2015 que fue presentado la tarde de ayer por la Cámara Chilena de la Construcción (CCHC) y la Universidad Católica (UC) y además, presentó una serie de cuestionamientos a la forma en que se desarrolla. La comuna, según el estudio, tuvo una leve baja de los 54,3 puntos obtenidos en 2014 a 51 en la medición actual, lo que significó ubicarse en la posición 26 del ranking a nivel país y, en ambas ocasiones, sobre el promedio nacional.

Dentro de las principales críticas se encuentra que los indicadores que pretenden medir la calidad de vida no representan las realidades locales propiamente tales. Cabe señalar, que en abril de 2014 el municipio transmitió a través de la propia alcaldesa Carolina Tohá, sus aprehensiones en un seminario organizado por la CCHC y la UC, en el marco del mismo proyecto. Allí se explicó que la “Calidad de vida urbana” debe ser analizada como un Concepto Multidimensional, que no puede reducirse solamente a información disponible y en sólo 2 o 3 variables para conceptos amplios, sino que, además, hay que invertir en la generación de  datos que incluyan necesariamente mediciones objetivas y subjetivas.

Entre los ejemplos que ahí se dieron a conocer estaba el análisis de la variable Salud y Medioambiente. Allí, el 33% de ese ítem se evalúa con el indicador “porcentaje de población que es beneficiario de Isapre”, lo que inmediatamente categoriza a ese sistema de salud como la única válida para otorgar calidad de vida y desnaturaliza a quiénes optan por FONASA, por lo que se distorsiona la realidad.

Incluso, la dimensión de Movilidad y Conectividad se mide únicamente por porcentajes de conexiones a internet, porcentaje de población que trabaja en la misma comuna donde residen y porcentaje de vías con pavimento conservado bien o excelente, obviando accesibilidad a redes de transporte público, ciclovías y una serie de variables de mayor trascendencia, así como fuentes de datos especializadas en la temática.

Además, también se cuestionó el uso de la encuesta Casen 2013 2013 la que es utilizada por el Ministerio de Desarrollo Social para estudios regionales y no comunales debido a los altos errores de su muestra en territorios más pequeños, lo que no permite realizar análisis comparativos. Incluso, eso queda demostrado en el aumento de calidad de vida en una veintena de comunas saltando entre 10 a 40 puestos en apenas un año.

“Basta de improvisar en análisis de calidad de vida en la ciudad. Chile merece un sistema nacional de indicadores serios que permitan medirla de forma real. Con este tipo de rankings lo único que se logra es estereotipar a los habitantes de ciertos territorios más vulnerables y su conocimiento público no tiene ninguna injerencia en las definiciones de políticas públicas que permitan desarrollar a las comunas que más lo necesitan”, señaló la alcaldesa Carolina Tohá.

Por último, cabe precisar las erróneas y antojadizas interpretaciones sobre un gran descenso de la calidad de vida en la comuna. Incluso, tomando en cuenta el resultado del estudio, la cifra de descenso no va más allá del error muestral.


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