Big Belly cuenta con una Unidad de Reciclaje (latas y botellas plásticas – PET 1), más una Unidad de Compactación de Basura General, cuyo funcionamiento se basa en energía solar e incentiva también a los usuarios a incorporar buenas prácticas en materia de reciclaje.
Tal como las grandes ciudades del mundo (Nueva York, París, México, Berlín y Tokio), la comuna de Santiago asume un nuevo desafío e instala, en pleno centro de la ciudad, el primer sistema inteligente para la gestión de residuos y reciclaje Big Belly.
Big Belly es una iniciativa piloto, implementada por la Subdirección de Medio Ambiente, que busca fomentar el reciclaje mediante la implementación de contenedores para disposición de residuos domiciliarios y potencialmente reciclables, incorporando en su funcionamiento tecnologías renovables no convencionales.
“Desde fines de septiembre hemos venido desarrollando en la comuna de Santiago nuestra campaña de aseo “Quiero Mi Ciudad, Sin Tu Suciedad”, la cual ha implicado la instalación gradual de 2mil 700 contenedores de basura y 2 mil 500 papeleros, el desarrollo de un Plan de Reciclaje y otro de limpieza de fachadas rayadas, entre otras acciones, y ahora damos un nuevo paso en el cuidado de nuestra ciudad y lo hacemos con Big Belly, un sistema pionero en Chile que esperamos puedan replicar otras comunas y que busca, particularmente, que los vecinos y visitantes de la comuna lo usen como corresponde y nos ayuden a tener la ciudad limpia que todos deseamos”, sostuvo la Alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá.
Big Belly cuenta con una unidad para reciclaje (latas y botellas plásticas – PET 1), más una unidad de compactación de basura, cuyo funcionamiento se basa en energía solar, la cual permite avisar, remotamente, cuando está listo para ser vaciado. Además, incentiva a los usuarios a incorporar buenas prácticas en materia de reciclaje, pues indica claramente qué tipo de residuos se pueden lanzar en él.
Algunas de las ventajas de Big Belly son el ahorro de dinero, la reducción de residuos, la obtención de datos de operaciones de gestión de retiro, el incremento del reciclaje, el ahorro de combustible y también la posibilidad de gestionar 5 veces más residuos que un basurero normal.