El proyecto contempló la intervención en una superficie de casi 2 mil metros cuadrados, en un plazo de ejecución de 12 meses, que se inició en diciembre del 2012. Una obra que se llevo a cabo, en buena parte, producto de los daños que dejó el terremoto del 27/F.
Esta mañana, la Alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá junto al Subsecretario de Desarrollo Regional, Miguel Flores y en una visita guiada por el Director del Teatro Municipal, Andrés Rodríguez, recorrieron las dependencias del llamado Edificio Moneda 759, el cual albergará al Centro de Documentación de Artes Escénicas (DAE), y a las salas de ensayo del ballet y el coro del Teatro Municipal de Santiago.
El edificio, que con el transcurso del tiempo fue sobrepasando su capacidad física, con el transcurso de los años se le realizaron intervenciones parciales, las cuales al no comprender un plan general de diseño arquitectónico significaron simples “parches“. A esto se sumó, quizás, la razón por la cual todo esto se llevó a cabo: los importantes daños sufridos por el edificio luego del terremoto del 2010.
Es así como se generó una nueva distribución de las dependencias para un mejor funcionamiento del edificio, independizando las distintas actividades. Se recuperaron recintos de importancia del edificio, tales como el Acceso Principal, el Patio Central, la Sala Mayor de Ensayo del Coro que se encontraban totalmente deterioradas. La inversión total del proyecto fue de 1.249.748.000 millones de pesos, restando algunos detalles para el inicio de funcionamiento previsto para fines de este mes.
La alcaldesa Tohá, por su parte, explicó la importancia y el uso que tendrá la reapertura de este edificio: “De forma transitoria, mientras se termina la recuperación del Teatro Municipal, va a ensayar aquí el cuerpo de ballet del Teatro. Tenemos instalaciones de una calidad y una dignidad que se merecen nuestros cuerpos estables y ciertamente los estudiantes de ballet. Las instalaciones tienen las condiciones técnicas para el coro y significan un mejoramiento del entorno y de la calidad de vida de los trabajadores del teatro, por tanto esta no es solo una reconstrucción y estamos recuperando un edificio patrimonial hermoso que estaba prácticamente sumergido en las intervenciones y en el deterioro en el que se encontraba. Esta es una obra significativa y muy importante y esperar que este edificio albergue mucha creación, una mejor vida para sus maestros y alumnos, y para el público que tendrá un centro de documentación importante para venir a consultar”.
El inmueble que alberga a la Escuela de Ballet de Santiago y que está detrás del Teatro Municipal, data de fines del siglo XIX. Antes de cobijar a los pequeños que se preparaban para ser bailarines profesionales, acogió a la Sofofa y a la Sociedad Nacional de Minería. Sólo en 1960, la yugoslava Irena Milovan, quien había sido primera bailarina del Ballet de Arte Moderno en Santiago, fundó la escuela. Fue la primera iniciativa para dotar al Teatro Municipal de un cuerpo estable de ballet clásico. Esta es la primera vez en 50 años que el inmueble se somete a una refacción de esta magnitud.