Urbanistas, parlamentarios y alcaldes instan a repensar cómo llevar adelante el desarrollo urbano.
Horas antes de la elección presidencial del 17 de noviembre recién pasado, y cuando todos los chilenos nos encontrábamos pendientes de ese proceso, la Contraloría General de la República tomó razón del decreto que aprueba una nueva modificación al Plan Regulador Metropolitano de Santiago que expande la ciudad en 10 mil hectáreas, el PRMS100. Por otra parte, luego de un largo proceso que tomó más de 14 meses de elaboración, el mismo Estado de Chile promulgó una Nueva Política Nacional de Desarrollo Urbano, cuya meta y propósito es “mejorar la calidad de vida de las personas y abordar integralmente el desarrollo de nuestras ciudades”; es decir, dejar de hacer las ciudades a través de acciones separadas en materia de transporte, de obras públicas, áreas verdes, equipamientos, viviendas y usos de suelo.
Resulta frustrante vernos enfrentados nuevamente a esta tremenda incoherencia, contradicción y falta de transparencia por parte del Estado de Chile. Es inaceptable que la autoridad desconozca lo que escribe y declara en la política de ciudades, que cuenta con el más amplio consenso. No podemos seguir observando impávidos que la ciudad se negocie a espaldas de las autoridades democráticamente electas y de los vecinos que finalmente tendrán que vivir sus consecuencias. Debemos recuperar nuestras ciudades.
No estamos dispuestos a seguir aceptando ciudades desiguales y violentas, como las que hemos construido. No podemos seguir expulsando a los pobres a los extramuros de la ciudad. Debemos apostar por ciudades que se desarrollen “hacia dentro”, que recuperen sus barrios y protejan su patrimonio, que reconviertan sus sitios eriazos y que aprovechen las oportunidades de desarrollo que la proximidad a los equipamientos de Salud, Educación y Cultura ofrecen.
Creemos posible emprender una estrategia distinta para recuperar nuestras ciudades, más participativa, más democrática y desde los territorios locales, donde ciudadanos, organizaciones sociales, universidades, expertos y autoridades actuemos con decisión y sin ambigüedades. Debemos aprender de los errores y rectificar lo que se ha hecho insuficientemente y a veces, derechamente mal.
Las ciudades son un derecho y debemos recuperarlas, para lo cual proponemos cuatro ejes prioritarios para la agenda urbana inmediata:
1. Mejorar el desplazamiento en la ciudad
Debemos apostar por un sistema de transporte que propicie una nueva cultura urbana, que entienda la movilidad de las personas y su experiencia de viaje como un aporte a la construcción de ciudades más amables y humanas, como un “espacio de transformación social”. La ciudad es un lugar de aprendizaje y el transporte un vehículo que nos permite participar del espacio que compartimos.
Coincidimos en que el transporte público, la bicicleta y la caminata deben ser los articuladores de la movilidad en nuestras ciudades, verdaderos promotores de una integración efectiva y digna para todas las personas. Es por ello que, en los próximos 4 años, creemos imprescindible concluir las obras pendientes en materia de infraestructura para lograr un desempeño óptimo del sistema de transporte público, establecen un plan integral de promoción de la bicicleta como forma de transporte y mejorar la convivencia de los peatones controlando la velocidad de las calles y asegurando un estándar adecuado de aceras en toda la ciudad, con accesibilidad universal y buena iluminación.
2. Construir dentro
La expansión urbana indefinida, con sus gravosos costos ambientales, económicos y de segregación social, no resiste más. Se hace un deber “cambiar la mirada” hacia una donde el propósito sea recuperar, rehabilitar y reciclar barrios existentes, respetando su identidad y patrimonio. Que en aquellos terrenos ”vacantes” bien localizados se construyan verdaderos barrios modelo, con integración social, sustentabilidad ambiental, económica, calidad arquitectónica y urbanística, y que quienes lideren este proceso sean, desde su gestación, las actuales familias residentes y los Municipios. Este esfuerzo debe incluir también facilidades y subsidios para permitir el reciclaje de edificaciones antiguas, transformándolas en viviendas o servicios.
Para desarrollar estos proyectos vemos necesario que el Estado invierta en la compra de terrenos e inmuebles bien localizados e implemente una modalidad para que ese costo sea solventado, en parte, recuperando la plusvalía generada por la inversión pública, tal como ha sido consignado en la Política Nacional de Desarrollo Urbano.
3. Gobernar la Ciudad y su crecimiento
Con la misma decisión debemos avanzar hacia el establecimiento de un Gobierno de la Ciudad. Necesitamos con urgencia que el Intendente deje de ser representante de nominación presidencial y pase a ser el Presidente del Gobierno Metropolitano electo al igual que los Consejeros Regionales. Que junto a Alcaldes y concejales, pueda enfrentar eficientemente el desafío urbano principal, que es el de planificar y gestionar la urbe, el transporte, el plan de descontaminación, la disposición de la basura, los planes de infraestructura pública, los programas de mejoramiento de los barrios y los proyectos urbanos integrales, entre otros.
4. Establecer criterios de equidad en la inversión pública
No es aceptable que el estándar de mobiliario urbano, áreas verdes y calidad de infraestructura pública alcance los niveles de desigualdad que tiene en nuestro país. No hay ninguna excusa para seguir haciendo autopistas subterráneas en barrios acomodados y otras a tajo abierto en zonas carenciadas.
Por ello, pensamos que la recuperación de la ciudad debe incluir una apuesta decidida por elevar la exigencia de equidad para la inversión estableciendo criterios claros respecto a la localización, calidad y costo de mantención de las obras de infraestructura pública.
Conclusión
La solución para la ciudad no está en crecer, sino en regenerar. El estado de nuestras ciudades y sus territorios no es saludable. Sin importar las enormes dificultades y carencias objetivas de muchos de nuestros barrios en las ciudades más grandes del país como Santiago, Valparaíso, Concepción, y también en las más pequeñas, los vecinos los valoran, los encuentran agradables, representan un territorio conocido y se sienten identificados con él. Sin embargo, estos mismos compatriotas ven a las ciudades como un símbolo de contaminación, inseguridad, congestión, caos y estrés.
Nuestro país está abriendo un nuevo ciclo. Las prioridades están puestas en la reducción de la desigualdad y la ampliación de la democracia. Ninguno de estos objetivos puede lograrse si dejamos a la ciudad fuera de la agenda. En la ciudad vivimos, nos encontramos y nos reconocemos. Su forma y funcionamiento puede ser un factor para reproducir las inequidades de nuestra sociedad pero también para contrarrestarlas. Nuestro llamado es a no dejar pasar la oportunidad para que sea lo segundo.
Convocamos a todos los ciudadanos, a sus organizaciones, a las autoridades políticas a Recuperar la ciudad y transformar este objetivo en un desafío país.
Instamos a los partidos políticos de la Nueva Mayoría, que serán fuerzas de gobierno durante los próximos 4 años, a asumir con decisión esta agenda para lograr que los objetivos de igualdad y mejor democracia que se ha planteado la Presidenta Bachelet se expresen en un cambio visible y consistente en la forma de conducir la ciudad y en las políticas que la impactan.
Y nos comprometemos a ser impulsores activos de esta mirada desde nuestras diversas áreas de trabajo: parlamento, municipios, academia y sociedad civil.
Carlos Montes, Diputado y Senador electo de la República.
Aldo Cornejo, Diputado por Valparaíso.
Maya Fernández, Diputada electa por Ñuñoa Providencia.
Giorgio Jackson, Diputado electo por Santiago.
Carolina Tohá, Alcaldesa de Santiago.
Claudia Pascual, Concejal de Santiago.
David Silva, Concejal de Providencia.
Eva Jiménez, Consejera Regional de Santiago.
Sebastián Gray, Arquitecto,Presidente Colegio de Arquitectos.
Mathias Klotz, Arquitecto, Decano Facultad de Arquitectura Universidad Diego Portales.
Valentina Rozas, Arquitecta Urbanista.
Juan Manuel Sánchez, Arquitecto Urbanista.
Genaro Cuadros, Arquitecto Urbanista.