Alrededor de cien vecinos y vecinas, dirigentes sociales y organizaciones de la sociedad civil participaron en el seminario sobre fomento al reciclaje, organizado por la Subdirección de Planificación y Sustentabilidad, la Subdirección de Participación Ciudadana y su oficina de Barrios y Convivencia y la empresa Resimple.
Esta acción se enmarca dentro del convenio entre ambas instituciones que tiene como objetivo informar sobre el sistema de reciclaje de envases y embalajes, que actualmente opera en la comuna para casas residenciales, edificios y condominios.
“El éxito no depende de la tecnología ni de la gestión de las instituciones, sino que todos los actores deben ser un motor para promover el cambio y avanzar en materia de reciclaje domiciliario, “señaló Paola Escobar, Subdirectora de Planificación.
En tal sentido, Valentina Flores de Resimple, indicó que la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor es un instrumento económico de gestión de los residuos y que lo más importante, es la acción de los vecinos y vecinas para que se eduquen, reciclen, reutilicen y respeten la cadena circular de los productos.
“La problemática de los residuos es impactante. En nuestro océano pacífico existe una Isla de Plástico, de más de 140 millones de hectáreas; debemos tomar conciencia”, señaló líder de calidad y participación ciudadana.
Por su parte Jorge Green, ingeniero ambiental de Secplan, fue más allá: “tenemos continentes de basura, afectación del clima, pérdida de biodiversidad, crisis hídrica, calentamiento global; es hora que los ciudadanos incorporen medidas medioambientales en su diario vivir”, concluyó el expositor.
En la actividad participaron las concejalas Dafne Concha, Yasna Tapia y Paola Melo, quienes destacaron que la gestión de residuos fue la primera medida que demandan los ciudadanos que viven en Santiago, en el contexto de la elaboración del Plan de Desarrollo Comunal de 2024 hasta el 2034.
En Chile son 7.7 millones de toneladas de residuos domiciliarios anuales que se llevan a los rellenos sanitarios, lo que equivale a 29 cerros Santa Lucía repletos de desperdicios.