Históricamente conocida como Calle de Las Claras
En esta calle existieron dos conventos: los Mercedarios por el norte y Santa Clara por el sur. Sin embargo, la capilla que edificó el Capitán Salguero impuso su nombre durante un siglo, ya que la gente la llamó “Calle de Salguero”.
Cuando terminaba la misa del alba, los santiaguinos se movilizaban hacia la plazuela de la Merced para ver la carrera de Bernardo de la Cuadra Echeverría y los juegos de destreza que él hacía con sus mejores animales. Bernardo se presentaba vestido de huaso y hacía gala del arte de jinetear a la chilena. Esta fiesta le daba a la calle un carácter típico.
Poco a poco, la urbanización alejó esta tradición, quedando sólo las monjas de la esquina de la cañada, por lo que la calle tomó el nombre de “Las Claras” y en el siglo XX, se le dio el nombre actual, en homenaje al político y abogado Enrique Mac Iver.