En los próximos días se iniciarán las obras de reparación y restauración del Inmueble Patrimonial Casa Colorada, de acuerdo a su estructura original, rescatando su valor patrimonial, histórico y arquitectónico, recuperando el uso como museo que tenía antes del terremoto de 2010.
Así lo dio a conocer el Alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, quién destacó que tras la adjudicación del proyecto mediante una licitación pública “vamos a restaurar por completo este inmueble de más de 250 años de antigüedad, que representa un hito histórico y arquitectónico no solo de la comuna, sino de la ciudad y el país, recuperando su estructura dañada por el terremoto de 2010, sus salones y dependencias, para entregárselo nuevamente a la comunidad como un moderno e interactivo Museo de Santiago”.
El proyecto de restauración considera 3 etapas: la reparación estructural, para dar estabilidad al edificio; la restauración patrimonial y puesta en valor, que incluye los trabajos en sus distintas dependencias, nuevo mobiliario, además iluminación y climatización; y una nueva propuesta museográfica, que implica la actualización de la muestra existente con nuevos elementos acordes con las nuevas tecnologías, para la interacción de niños, jóvenes y adultos.
Considera una inversión total de 1.824 millones de pesos, de los cuales 1.040 millones corresponden al ítem de obras civiles, recursos que son aportados por el Gobierno Regional, con un plazo de ejecución estimado de 12 a 15 meses.
Antecedentes Históricos
La Casa Colorada es una mansión señorial construida entre 1769 y 1779, en calle Merced, con muros de piedra sillar, techumbre de madera en roble y canelo en los entrepisos con armazones de coligüe. Fue mandada a construir por Mateo de Toro y Zambrano, Presidente de la Primera Junta Nacional de Gobierno en 1810, quien la habitó por cerca de 30 años.
Hasta la década de 1970 el inmueble sufrió múltiples transformaciones, debido a su uso como galería comercial, restaurante y bar, perdiendo su tipología tradicional de dos patios y zaguán. Sin embargo, como parte de un esfuerzo destinado a revitalizar el casco histórico de la ciudad, fue adquirida por el Municipio y, en 1977, declarada Monumento Nacional en categoría de “Monumento Histórico”, para ser restaurada y reabrir en 1981 como Museo de Santiago.
El terremoto de febrero de 2010 provocó daños considerables en su estructura, especialmente en las vigas originales de roble y en el mortero que mantiene unidos sus muros de piedra sillar, lo que significó el cierre del museo quedando solo en funcionamiento el auditorio. Desde el año 2016, se habilitó un espacio de exposiciones temporales y actividades de extensión, como visitas guiadas, lectura de obra, charlas y talleres.